Madre mía lo que me ha hecho llorar este libro.

Después de leer Trono de cristal, Corona de medianoche y The Assassin's Blade, he decidido tomarme un descanso de la saga de Sarah J. Maas y coger un libro cortito, de esos que se leen en un día. Y así es como he acabado leyéndome esto hoy.

De Albert Espinosa ya he leído Si tú me dices ven lo dejo todo... pero dime ven y Todo lo que podríamos haber sido tú y yo si no fuéramos tú y yo. El primero es uno de mis libros favoritos y del segundo lo único que recuerdo es que no me gustó nada. Así que no sabía muy bien qué esperarme de Brújulas que buscan sonrisas perdidas, pero me ha sorprendido muy gratamente y me ha hecho llorar a mares.

Nuestro protagonista vuelve a la casa de su infancia para cuidar de su padre, que padece cancer y alzheimer. Ni él ni sus hermanos se han llevado nunca demasiado bien con su padre, pero le prometió a su madre cuando ésta falleció que cuidaría de él. Además de la trama principal, vamos descubriendo el pasado del protagonista en forma de flashbacks a los momentos que más le han marcado a lo largo de su vida.

Es una historia preciosa sobe la vida, la muerte y cómo cada uno afronta la muerte de sus seres queridos. Y también sobre los traumas de la infancia porque, "al fin y al cabo, eso es lo que somos cada uno de nosotros, traumas de la infancia"