Flipando con esta segunda entrega que, como supuse que me pasaría, me he leído en un espacio de veinticuatro horas. La historia continúa exactamente donde se quedó en el primer libro, desarrollando un poco más a los personajes y poniéndolos en situaciones nuevas. En este caso, el tema central es la construcción del dique en Perdido, que ayudará a eliminar las inundaciones producidas por las riadas del Blackwater y Perdido. Con esta construcción en marcha, se añaden personajes nuevos al elenco, como Early Haskew, el ingeniero encargado de realizar el dique, y los Strickland, una peculiar familiar relacionada lejanamente con los Caskey. Estas nuevas incorporaciones añaden más dinamismo a la trama, creando conflictos nuevos y dando más juego a los personajes ya existentes. Por ejemplo, gracias a ellos, Sister acaba teniendo un desarrollo espectacular, dejando atrás su rol más pasivo en la familia y aprendiendo a defenderse por ella misma. Desde luego, ha escalado muchos puestos en mis favoritos, vamos.

A pesar de los cambios introducidos, no se deja de lado la atmósfera algo creepy y los elementos sobrenaturales. Creo que, como el anterior, sigue habiendo un aire de aparente calma, con sucesos sobrenaturales esparcidos un poco por toda la trama, pero se intuye que algo gordo está por llegar. Y, desde luego, Elinor está en el epicentro de todo. Con cada libro, me quedo más y más intrigada por este personaje, tengo muchas ganas de descubrir de dónde viene y qué es lo que oculta.

Creo que, en general, el libro se me ha quedado un poco corto en cuanto a giros argumentales (el primero me dejó fascinada en ese aspecto), pero, aun así, me niego a no ponerlo en favoritos, porque estoy disfrutando mucho de esta lectura y estoy convencida de que los siguientes van a ir aumentando en intensidad... Estos libros se leen solos y yo ya estoy deseando empezar la tercera entrega, porque te quedas con muchísimas ganas de seguir leyendo y de saber más y más sobre estos personajes, sus historias y sobre el aura turbia que envuelve a Perdido.