Este libro de Joël Dicker me ha conquistado por completo. Para empezar, considero que la estructura del libro es bastante original: se nos presenta una narración con dejas de meta-ficción, en donde se rompe en más de una vez la cuarta pared. Esos saltos de perspectiva se mezclan con saltos temporales, mezclando presente, pasado y futuro. Además, el caso que se presenta es bastante enrevesado, por lo que, a pesar de las diferentes pistas que se van dejando, el giro del final te deja sorprendido (pero en el buen sentido). Como en la novela anterior del autor, el humor también está bastante presente, solo que de manera más sutil y se encuentra reflejado más en la caracterización de los personajes. Y ya, como apunte final, lo más importante de la historia no es el crimen (que te mantiene mucho en tensión, más con esa cuenta atrás y esos saltos temporales), sino el amor, tanto romántico como platónico, en el que el autor busca hacer un homenaje precioso a su editor. Realmente, creo que este es un libro para los amantes de esta industria y para los amantes del suspense 🥰