Estaba muy emocionada con esta lectura, pues amé la primera parte de esta trilogía (El Mentiroso) y, aunque sí que es cierto que he disfrutado bastante con la lectura, se me ha quedado un poco corto ya llegando para el final. Principalmente, porque no entiendo los motivos del criminal y porque me parece muy sacado de la manga. Se pasa todo el libro creando esa tensión y ese suspense, que luego se quedan en... Nada. No sé, la primera entrega me ha dejado mucha más huella, también porque iba con menos expectativas.

No obstante, he disfrutado mucho del tono ligero, de sus personajes entrañables (Nura y Javi siempre tendrán un lugar en mi corazón), y de los callbacks a la entrega anterior. Mikel Santiago tiene una pluma muy ligera y dinámica, y, a pesar del anticlimático desenlace, sabe crear muy bien esa tensión que te mantiene pegado al libro.