Por el título no parece algo que yo elegiría y menos de la biblioteca de mi abuela, porque suena un poco a una novela romántica de Nicholas Spark, pero las apariencias engañan. El libro trata sobre Kerry, una abogada exitosa de Nueva York que lleva a su hija Robin al cirujano plástico tras sufrir un pequeño accidente de tráfico. El doctor que la trata se comporta de forma extraña por lo que Kerry empieza a sospechar de él. Sus sospechas se confirman cuando se da cuenta de que el doctor ha estado dando el mismo rostro a distintas mujeres, lo que la lleva a descubrir que el Doctor Charles es el padre de Suzanne, una joven que fue asesinada hace once años. El caso quedó cerrado años atrás, el marido de Suzanne acusado y nombrado como culpable del crimen. Sin embargo, cuanto más indaga Kerry en el caso, más convencida está de que hay gato encerrado, así que, aún poniendo en riesgo a su hija y a su carrera profesional, se pone en búsqueda de la verdad.

He amado completamente este libro, y al igual que en ¿Dónde están los niños?, el constante cambio de perspectiva es uno de los motivos. Esta técnica te permite ir uniendo poco a poco las piezas del rompecabezas, aunque en este caso, todas las piezas te llevan a un sitio para que en el final, BOOM, PLOT TWIST. Si soy sincera, aún no me encaja del todo ese final, TENGO MUCHAS PREGUNTAS. Otro de los motivos por los que me ha encantado es la representación de la mujer, todos los personajes femeninos son fuertes e independientes y con carácter. Además, a pesar de que Kerry tiene un interés romántico, la historia de amor no es el foco de atención y su personaje no cambia simplemente porque le guste un hombre. El caso es muy interesante y te mantiene pegado página tras página. Sinceramente, la única pega que le pongo es la traducción del libro. Me da a mí que le voy a acabar quitando la colección a mi abuela