Una lectura entretenida, sin más. No diría que es un libro que me ha cambiado la vida, pero sí que reconozco que es una lectura fácil, con un estilo ameno (aunque algo cursi) y que te ayuda mucho a salir de un bloqueo lector (como en el que estaba yo). A pesar de que se tratan temas bastante duros, como es el de la Segunda Guerra Mundial y todas sus consecuencias, me da la sensación de que se han tratado de manera bastante infantil/inocente. A lo mejor esa era la intención de la autora, puesto que la propia protagonista presenta esos rasgos. Puede que también sea por eso por lo que no he podido conectar con ningún personaje, no realmente, y no he empatizado mucho con ello. Esta manera un poco infantil de ver el mundo también se ve algo reflejada en una trope que odio y es la del insta-love, bastante presente en este libro y que me ha sacado bastante de la historia, aunque es un tema que tampoco quiero tratar mucho porque siento que no es el foco de la novela.

El foco importante son los libros y su poder, incluso en circunstancias tan horribles como es una guerra. Soy consciente de que está basado en hechos reales y oye, yo, como booklover que soy, aprecio y veo día a día lo que los libros pueden hacer por las personas. Pero, de ahí a darles un peso tan prominente en una guerra... No sé, también puede ser que yo esté en un periodo bastante oscuro y me cueste ver el lado positivo de las cosas.

Finalmente, los saltos temporales y el ir conociendo a la Odile actual y a Lily, sirven un poco de arco de redención para la francesa, pues se ve bastante reflejada en aquella niña pequeña y, a través de ella, intenta enmendar los errores del pasado. Problema: pues que Lily tampoco me ha terminado de caer bien y, una vez más, soy incapaz de conectar con la voz narrativa. Su historia me ha parecido dramática en exceso, y sí, sé que la vida hay veces que puede tornar así, pero a mí esas tramas me desesperan un poco. Pero bueno, que no ha sido mala lectura, en líneas generales. Desde luego, se nota que es un libro del club de lectura, porque no es algo que yo hubiera elegido por mí misma.