Había escuchado un montón de cosas sobre este libro, principalmente mixed reviews, y yo vengo a añadir a esa tendencia. Para empezar, he de reconocer que se tratan temas bastante importantes relacionados con la salud mental con los que me he sentido bastante identificada, puesto que llevo una racha personal bastante mala y he podido conectar con la protagonista en ciertos aspectos. Sin embargo, y a pesar de abordar temas tan delicados como la depresión o el suicidio, creo que se hace de una manera un tanto simple y reduccionista. Vale, sí, vemos que Nora, la protagonista, está en la mierda, pero ver ese diálogo tan negativo y self-depricating era muy cargante (aunque, siendo sinceros, bastante real, porque fijo que yo también sonaría igual si alguien plasmara mi diálogo interno). Entiendo cuál era el point, pero creo que el autor se excedió un poco y alargó demasiado lo inevitable, porque ya se sabía cómo iba a acabar la novela.

Pero bueno, a través de viajar a través de sus posibles vidas (ojalá yo poder hacer lo mismo), Nora va descubriendo la verdad sobre la suya propia y va encontrando ganas de vivirla. Al final, a pesar de ser algo reduccionista y cargante, el point final me parece bonito y las intenciones buenas, así que no ha sido tampoco una lectura mala.