¿Tenéis ganas de leer algo horrible?

La sonrisa del vampiro es una obra maestra. No es que lo diga yo, se la considera así. Y mis tres estrellas no la bajan de ese pedestal.

Veamos, el dibujo es excelente. La utilización del vampiro como conducto para este viaje de depravación completamente humana encuentra en la capacidad artística de Maruo su representación perfecta. Es el vampiro clásico, horrible, seductor, cruel, y es la sociedad misma.

Pero para mí se ha quedado a medio gas por varias cosas.

La primera, la más importante, es que no hay ningún tipo de construcción hacia nada en concreto. Desde el principio es lo que es. Y son muchas páginas. En general, si me pongo a pensar en las historias de terror que me gustan, casi todas tienen un ascenso desde una inquietud.

Esa inquietud puede ser ya una escena bestial, no es que piense que deban comenzar en un pueblo diminuto donde todos son felices. Es que siento que la trama debe querer llevarme a algún sitio. Y ese no es el caso de La sonrisa del vampiro.

Sí que hay escenas más crudas según avanzas. Sobre todo sexualmente hablando cada vez es más horrible y, este es un segundo punto. La edad de los protagonistas lo hace todo un poco demasiado.

No digo que esté mal escribirlo. Está claro que es parte de la metáfora, que habla del futuro del mundo, de qué estamos haciendo con los jóvenes. Pero esto es una reseña sobre mí y mis gustos.

El tercero, para terminar, es que a los personajes les falta carisma. El dibujo es de verdad excelente pero necesitaba rasgos un poco más distintivos.