A review by vedderpj1
The Broken Spears: The Aztec Account of the Conquest of Mexico by Miguel León-Portilla, J. Jorge Klor De Alva, Lysander Kemp

4.0

Conocida en español como “La visión de los vencidos”, esta antología de fuentes nahuatl sobre la conquista replanteó el debate académico sobre el tema, dominado por visiones hispanistas, comunes en América Latina por entonces. Publicado originalmente en 1959, el libro hizo algo cada vez menos común en la historia: mostró la importancia de edición de fuentes primarias para intervenir y reconfigurar los debates historiográficos, e incluso identitarios y políticos. Aunque el libro nunca complejiza la idea de “fuente indígena”, especialmente si se considera que los testimonios fueron escritos bien entrado el periodo colonial y con la participación, a veces, de intermediarios como Sahagún, en conjunto ofrecen miradas alternativas y discordantes con las versiones legadas por los conquistadores y sus apologéticos.

A pesar de los intentos de León Portilla (editó poco después un libro que incluía fuentes nahuatl, mayas y andinas, “El reverso de la Conquista”), esta empresa editorial no encontró un eco similar en el continente. En el Perú, por ejemplo, Edmundo Guillén publicaría en 1979 un conjunto de testimonios judiciales indígenas sobre la conquista recolectados en un juicio de la década de 1550 entre los Pizarro y la Corona, pero no llegaría a tener la resonancia de su par mexicano. 

Los motivos faltan aún ser explorados. Es cierto que las fuentes nahuatl son más abundantes y tienen una potencia poética única. Pero las fuentes quechuas ofrecen algo aún más difícil de recuperar en el archivo: testimonios de personajes comunes (soldados, sirvientes, cuidadores de ganado, etc.). Creo que la disparidad en el éxito e impacto de las fuentes mexicanas y peruanas se deben a factores políticos. En México existía un clima estatal, académico y cultural favorable para la recuperación de testimonios indígenas. En el Perú, por el contrario, esos intentos terminaron siendo vistos como algo muy politizado y propio de la izquierda. La caída de Velasco, el desmontaje de su propuesta de revalorización cultural indígena y la guerra interna despolitizaron la historia indígena, la hicieron menos pública, más académica y la sanitizaron como etnohistoria.