En esta tercera entrega, conocemos algo más de la historia de Fermín. A la víspera de su boda con la Bernarda y tras la visita de un extraño caballero, nuestro querido Fermín acaba relatando a Daniel su vida antes de aparecer en la librería de los Sempere. Durante su encarcelamiento en calidad de preso político, Fermín se encuentra con el escritor David Martín, con el que entabla una gran amistad. El escritor le ayuda a salir de aquel sitio, a cambio de que se encargue de proteger a su amiga Isabella y su familia. Daniel, al enterarse de la vida de su madre y las extrañas circunstancias de su muerte, decide tomar cartas en el asunto y buscar venganza.

Wow, wow, WOW. Un libro cortito y de transición, Ruiz Zafón te transporta a una Barcelona opresiva, hostil y corrupta. Los pasajes del pasado de Fermín están llenos de acción y me recuerdan a una película de espías. Por otro lado, el presente, aunque más optimista, también tiene un deje de oscuridad que preludia lo que está por venir en la última entrega. Además, al poner en duda la cordura de David Martín y enfatizar sobre esa aura sobrenatural que le persigue desde el segundo libro, uno no puede nada más que contener el aliento.

He salido de esta lectura incluso más enamorada de Fermín, en serio. El personaje más puro con el que me he encontrado en todas mis lecturas 💖. De verdad, esta unión entre el presente y el pasado es superadictiva, y antes de que te quieras dar cuenta, ya estarás deseando empezar el siguiente libro y resolver todos los enigmas que se plantan en esta entrega.